En la conversación ya mencionada con los misioneros mormones que vinieron de visita, algo salió a relucir después de unos 30 minutos de conversación: su verdadero fundamento es un sentimiento de "ardor en el pecho" que les confirmaba que el mormonismo era verdad. Es decir, ellos oraron a Dios pidiendo "sabiduría" para saber si el Libro de Mormón era la verdad, y Dios les dió un ardor en el pecho confirmándo que era así. Y ellos sienten paz al asistir a las ceremonias secretas que se realizan en los templos mormones.
Hablamos del
ADN que demuestra que los indios americanos no son descendientes de los israelitas, como dice el Libro de Mormón.
Hablamos de las faltas de
pruebas arqueológicas que prueben que las grandes civilizaciones y batallas descritas en el Libro de Mormón fueron reales.
Hablamos de la falta de
confirmación geográfica histórica que probara la existencia de las grandes ciudades mencionadas en su libro sagrado (nunca se ha encontrado ni una de ellas en el Nuevo Mundo).
Hablamos de la
confiabilidad de la Biblia y los más de
1,000 cambios hechos al Libro de Mormón desde la primera edición, que se suponía era perfecta porque Dios mismo se la había revelado a José Smith, Jr. (¿cómo se puede mejorar lo "perfecto"?).
Al final la conversación sucedió de la siguiente manera:
Mormón: Yo tengo un testimonio de que José Smith era un profeta de Dios y que el Libro de Mormón es la Palabra de Dios.
J. Medina: ¿Pero, qué de la falta de evidencia arqueológica?
Mormón: Pero es que yo tengo un testimonio de que José Smith era un profeta de Dios y que el Libro de Mormón es la Palabra de Dios.
J. Medina: Si el Libro de Mormón es verdad, ¿por qué no se ha encontrado una moneda, una espada, un escudo de las decenas de batallas, con decenas de miles de soldados que sucedieron, supuestamente, en América?
Mormón: Es que yo siento paz en mi corazón. Esto prueba que José Smith era el verdadero profeta de Dios.
J. Medina: El Libro de Mormón no contiene ni un mapa. Nadie sabe dónde están las gigantescas ciudades mencionadas en el Libro de Mormón. La Biblia contiene varios mapas. Ciudades antiguas de hace cuatro mil años se han descubierton, incluyendo la pequeña ciudad de Jericó. El Libro de Mormón es una historia mucho más reciente. ¿Dónde está la evidencia de que es verdad?
Mormón: Sabe que, no queremos discutir, así que nos vamos a ir. Yo sólo sé que tengo un testimonio de la veracidad del Libro de Mormón.
J. Medina: Y yo tengo un testimonio de que el Libro de Mormón es falso y que José Smith no era un profeta de Dios. ¿Cómo podemos saber quién está en lo correcto si no analizamos la evidencia?
Mormón: Bueno, usted tiene sus ideas, y nosotros las nuestras. Que tenga un buen día.
J. Medina: Ustedes también tengan un buen día. Y si alguna vez quiere conversar sobre evidencia en vez de sentimientos ya saben dónde vivo. Dios los bendiga.
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Aunque al principio de la conversación habían estado tan seguros de la verdad de su religión, al final salieron simplemente confiando en sus sentimientos, y una supuesta confirmación interior del Espíritu Santo.
Doy gracias a Dios que el cristianismo apostólico tiene fundamentos sólidos de la Creación por un Dios real y personal, y de Su revelación en carne para redimiernos de nuestros pecados (vea
Romanos 1 y 1 Corintios 15). La obediencia al evangelio, por medio de
Hechos 2:38, nos confirma y nos da una señal espiritual con una demostración física milagrosa
("hablando en otras lenguas según el Espíritu nos da para que hablemos" - Hechos 2:1-4; Hechos 2:39).
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Muchos maestros evangélicos modernos, entre ellos el apologista trinitario Robert Morey, enseñan que el bautismo es una opción no una necesidad para la salvación. Algunos dicen que el texto griego de Hechos 2:38 significa, “Por causa del perdón de pecados,” y no “para el perdón de pecados.” 
